Han pasado ya 36 años desde que el álbum más vendido de la historia fue lanzado al mundo: Thriller (1982) de Michael Jackson, que por supuesto contiene la canción homónima de la que vengo a hablaros hoy.
Como sucede en otras tantas producciones de pop, “Thriller” no fue una canción compuesta por Michael Jackson: fue escrita por Rod Temperton y producida por Quincy Jones y es en el trabajo de estos dos en dónde reside la genialidad del tema. Michael Jackson aportó un montón de ideas (para el vídeo también) y la interpretó como sólo él, con su talentosa voz de contratenor, sabía hacer, pero no es autor del tema. Después de años escuchando los trabajos del rey del pop aún consigue sorprenderme, sobre todo cuando toco las canciones de sus discos. “Thriller” es uno de los temas más completos que me he encontrado en la discografía de Jackson y aquí va el por qué, preparaos:
- Además del increíble diseño del espacio sonoro con todos esos efectos que te meten de lleno en la terrorífica temática de la canción, los arreglos para metales y saxo y la estupenda voz de Michael (y los coros, grabados por cierto en las duchas del estudio donde estaban), la estructura es bastante variada y poco habitual y tiene un par de cortes (1:44, 2:41 y 3:52) que hacen que los 6 minutos de duración que tiene se te hagan cortos.
- Después de la épica introducción con los sintes al principio y todos los instrumentos después, se presenta el ostinato de percusión, batería, bajo y el de una guitarra que viene y va en forma de base de R&B que se mantiene en casi toda la canción, tal y como es habitual en los temas de Michael Jackson. Hasta ahí todo normal, nada que no hayamos escuchado en otras canciones del rey. Pero si nos fijamos bien, se puede escuchar en las estrofas un teclado haciendo una base con efecto de pad de fondo que armoniza esos ostinatos melódicos de bajo y guitarra de una forma variada y original, sin alejarnos de las ganas de bailar que nos da la base R&B. Es llamativo ver como la estrofa tiene prácticamente sólo dos acordes y que el primero sea un IV7, ya que empezar con ese acorde no es nada habitual. Esto le otorga cierta tensión que ayuda también a meterte en el ambiente aterrador de la canción. Si prestáis atención al teclado en cuestión veréis como cambia a una sucesión de acordes distintos justo antes de entrar al estribillo (IV7-VImaj7-V7) que no habíamos oído hasta entonces y que facilitan mucho el enlace, aún con lo poco que se oye.
– Estribillo. Con los acordes de la intro y el corte del final. Repetimos estrofa y estribillo y poco a poco la armonía va tomando más importancia hasta llegar al puente del 2:44, en el que el ostinato del bajo cambia y todos los instrumentos excepto la percusión sirven a la armonía y a que esta sea la parte más rica y variada de la canción a ese respecto, con una progresión cadencial que recuerda a la de la estrofa sólo que el antepenúltimo acorde es sustituido por un VIIbo.
– Estrofa, dos estribillos y por fin llegamos a la parte del final en la que después de unos segundos de sólo base oímos el órgano y la terrorífica voz del actor Vincent Price, que escribió el texto que recita en el taxi camino al estudio y lo grabó en sólo dos tomas. Escalofriante carcajada. Fin.
En resumen, “Thriller” es uno de los hits pop más importantes de la historia y lo es utilizando recursos que no son muy usuales en la mayoría de canciones que engloba dicho estilo. Por supuesto hay otras tantas composiciones pop con un sinfín de curiosidades musicales parecidas a esta canción o incluso más complejas y variadas, y no hace falta ni “cruzar el charco” para escucharlo: ¡poneos los primeros discos de La Oreja de Van Gogh!
Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Rock Camp ES. Pincha aquí para verlo.
